Tiene 30 años, dice que nunca en su vida fumó ni se drogó, y mucho menos cortarse el pelo. Por eso, un hombre neoyorkino acudió a la web para venderlo pero sólo si le pagan por él una buena suma. El joven, que además parecería ser poeta, se jacta de que el pelo es de color "negro azabache, la forma en que un cuervo brilla en la luz de la luna, el color de un sueño profundo y oscuro". Si llega a aparecer un buen comprador que lo entusiasme con la cifra, el joven comentó que el corte de pelo se hará en el lugar y con el método que el cliente quiera.