
Todos heos recibido alguna vez, o m谩s de una vez, mensajes de texto con publicidad o servicios que nunca contratamos, o quiz谩s habilitamos sin saber.
Esta manera de hacer publicidad puede volverse un verdadero problema para algunos usuarios, a continuaci贸n, algunos consejos para deshacerse del SPAM.
Marcela Carbajo, CEO de MovilGate, la empresa l铆der en soluciones m贸viles, explica de qu茅 se trata, c贸mo funciona y qu茅 se puede hacer para protegerse de este fen贸meno.
El spam, o correo basura, comenz贸 siendo un fen贸meno relacionado con las cuentas de correo electr贸nico. Con el tiempo, y a partir de reiteradas quejas de los usuarios, los servidores desarrollaron herramientas que permiten filtrar el "correo no deseado" y, as铆, ahorrar tiempo y molestias.
Sin embargo, con la afluencia del servicio de SMS, muchas empresas recurren a "bombardear" las l铆neas con este tipo de mensajes para nada bienvenidos y, si bien hace bastante tiempo que los usuarios se ven afectados por este tipo de pr谩cticas, sin duda en los dos 煤ltimos a帽os el fen贸meno ha crecido de manera alarmante.
El funcionamiento de estos mensajes se da de dos maneras distintas: una que podr铆amos denominar "correcta" -contenida dentro de lo que puede ser una acci贸n de marketing m贸vil- y la otra "incorrecta". Cabe aclarar que, en ambos casos, los mensajes no tienen costo para los usuarios que los reciben.
La "manera correcta" se lleva a cabo a trav茅s de n煤meros cortos provistos por los operadores celulares quienes exigen, por pol铆tica, el opt-in de los usuarios. Es decir, exigen que los usuarios hayan aceptado fehacientemente recibir determinada informaci贸n para que la empresa pueda incluirlos en la base de destinatarios que utiliza. La mejor forma de identificar estos mensajes es que, adem谩s de provenir de n煤meros cortos, permiten darse de baja f谩cilmente.
Un ejemplo de este tipo de mensajes ser铆an aquellos que reciben los clientes de los bancos que se suscriben para recibir novedades sobre descuentos en compras, promociones, saldos de sus cuentas, etc茅tera.
La segunda opci贸n es la "incorrecta" y se basa en la utilizaci贸n de "celulares" o redes internacionales. Los env铆os por celular se realizan a trav茅s de unos equipos que funcionan de manera similar a un tel茅fono m贸vil: constan de una plataforma de env铆o masivo y un chip (SIM Card) de tel茅fono celular desde el cual salen los mensajes.
En este caso, se env铆an masivamente a bases de n煤meros de tel茅fono, no se solicita al usuario ninguna aceptaci贸n ni registro, ni tampoco le permite darse de baja, lo que lo deja al individuo indefenso.
Es f谩cil darse cuenta cuando uno recibe uno de estos mensajes de spam porque el remitente es un n煤mero largo, similar a cualquier n煤mero de celular. Si bien las telef贸nicas est谩n tratando de implementar diferentes sistemas para combatir esta pr谩ctica, a煤n resulta dif铆cil ponerle un freno.
Con respecto a la legalidad, lamentablemente no existe una legislaci贸n que proteja a los usuarios de esta pr谩ctica. Sin embargo, s铆 se puede recurrir a la Ley de Habeas Data (o Ley de Protecci贸n de los Datos Personales), la cual establece que el tratamiento de datos personales es il铆cito cuando el titular no hubiere prestado su consentimiento libre, expreso e informado de manera escrita, o por otro medio que se le equipare de acuerdo a las circunstancias.
Para aquellas personas que no quieran recibir m谩s estos mensajes, la mejor alternativa es ponerse en contacto con su empresa de telefon铆a celular y solicitar que se bloquee el n煤mero del cual se est谩n recibiendo los SMS spam.
En resumen, el spamming v铆a SMS sin consentimiento de los usuarios se ha convertido en una mala estrategia que perjudica la imagen de las empresas que los env铆an, muy lejos de la intenci贸n original que es informarlos o invitarlos a interactuar con la empresa.
Lo que es m谩s grave, se ha convertido en un tipo de publicidad invasiva que, aunque no haga al usuario incurrir en gastos, perjudica al canal: la gente deja de prestar atenci贸n al contenido del mensaje y procede a eliminarlos, a煤n cuando muchos de ellos podr铆an ser de gran inter茅s y utilidad para los que los reciben.