Acusada de haber ordenado que le corten los pies a un muerto demasiado alto para caber en su ataúd, la dueña de una funeraria sudafricana fue arrestada esta semana, y será juzgada por mutilación de cadáver, informaron el viernes fuentes judiciales. El caso ocurrió hace tres años en Grahamstown, en Cabo oriental (sur), la provincia natal de Nelson Mandela, pero en ese entonces nadie se enteró ya que Ronel Mostert, la dueña de Siyakubonga Funeral Services, amenazó a sus empleados con despedirlos si hablaban. Pero, uno de ellos, Siphamandla Dyasi, quien se vio obligado a utilizar una sierra circular para cortar los pies del difunto, decidió finalmente decir la verdad, explicando que no podía seguir guardando un secreto tan difícil de llevar en la consciencia. "He tenido pesadillas e insomnio a causa de ese incidente. He intentado guardar el secreto durante los últimos tres años pero me atormentaba constantemente", explicó, según el informe judicial consultado por la AFP. "Durante todos estos años, casi no he podido dormir. Aún ahora escucho el ruido de la sierra resonando en mi cabeza. No podía más", dijo. "El hombre era demasiado grande para caber en el ataúd, y tuvimos que decírselo a la señora Mostert. Nos respondió que busquemos una sierra y le cortemos las piernas", añadió. Tras este testimonio, se procedió a abrir la tumba de Thamsanqa Tshali, el difunto mutilado, un hombre de 33 años muerto por causas naturales. Expertos confirmaron las afirmaciones del empleado. Liberada bajo fianza, la dueña de la funeraria deberá presentarse ante un juez el próximo 27 de junio. Por el momento no ha hecho ningún comentario.