Anteriormente, las citas online eran vistas como un juego en zona prohibida o sin prestigio a la hora de querer conocer gente. Sin embargo, los tiempos cambiaron y cada vez más personas apuestan a los encuentros a ciegas en los teléfonos inteligentes. Son muchas las aplicaciones que sirven para encontrar el amor. Pero, actualmente Tinder suena más fuerte. Desarrollada por cuatro jóvenes estudiantes y respaldada por el grupo estadounidense IAC, Tinder, que está disponible para Android e iOS, basa su éxito en su sencillez. Con un interfaz intuitivo y fácil de utilizar, gracias al GPS del terminal se van mostrando fotos de personas cercanas del sexo que decidas, y el usuario tiene que ir indicando si le gusta o no cada persona, siempre de forma totalmente anónima. En caso de que mutuamente dos usuarios se voten de forma positiva la aplicación los presenta permitiendo chatear entre ellos para que ya decidan si intimar. Y si, finalmente, la cosa no funciona cualquiera de las dos partes puede bloquear al otro contacto y asunto arreglado. Los creadores de Tinder lograron que la aplicación por su usabilidad (parecida al Candy Crush) sea tan adictiva como un juego y su base de usuarios esté constantemente estimulada y conectada. Los perfiles son muy fáciles de hacer y deshacer, sólo hace falta conectarlo con Facebook. Justin Mateen, cofundador de la aplicación explicó al sitio argentino Infotechnology.com: "Las redes siempre te conectaban con alguien que ya conocías. La visión de Tinder es un poco diferente: queremos conectarte con nuevas personas. Cuando vas caminando con alguien y tenés contacto visual con alguien y pensás: “quiero hablar con esa persona”, no podés agarrarlo por la calle y decirle algo. La idea es volver a ese momento y poder hacer algo con esa situación que te haría sentir incómodo. Tinder es como entrar en un café. Lo primero que se nota es la apariencia de las personas, lo primero que ves es si alguien te atrae o no"