Tras un motín en la cárcel de Arauca, Colombia, un abogado perdió su capacidad eréctil. La justicia determinó que deberá ser indemnizado con asistencia psicológica y un tratamiento con viagra. El hecho ocurrió en 1999 cuando los internos de la cárcel colombiana se amotinaron con intenciones de fugarse. El conflicto derivó en un enfrentamiento a los tiros entre autoridades carcelarias y reclusos, donde el abogado terminó en el medio de las dos partes, lo que le causó una crisis nerviosa. El trabajador sufrió estrés postraumático y presentó una demanda en la que argumentó que esto dañaba su vida sexual. La Justicia falló a favor del abogado, por lo que la Policía de Colombiana y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario deberán brindarle ayuda psicológica y viagra hasta que se compruebe que el sujeto está recuperado.